Me recuerdo junto al mar
un día de septiembre
extrañando mi hogar
pero sin querer regresar.
Me recuerdo en las montañas,
una tarde de junio
practicando el alemán,
pensando en hacer de ese pueblo mi hogar.
Me recuerdo una mañana en St. Germain,
haciéndome pasar por parisina
y pensando en la vida
mientras veía a la gente caminar.
Ahora no sé dónde llamarle hogar,
tengo una vida en todos lados.
Una gran riqueza, sin dudar.
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