Este libro comienza con la intención de ubicarnos geográficamente, y se le agradece, aunque baste con el sentido común para saber que nos vamos a transportar a Europa, más concretamente, a la península ibérica. Mientras leía el primer capítulo, frenéticamente cambiaba entre el visualizador de textos PDF y una pestaña de Google Maps para tener una idea de todos los lugares de los que hablaba, y no pude evitar agregar un par de esos sitios a mi lista de "Por visitar", pero esa es otra historia.
Igual, de antemano me disculpo por mi marcada preferencia entre los capítulos, si bien la instrucción fue que "sudásemos" la información, no puedo evitar sentir cierta inclinación por ciertos capítulos.
Bueno, comenzamos con las poblaciones prehistóricas, hace algunos cuantos miles de años, fueron hechas las famosas pinturas de Altamira, las cuales tienen poco que ver con la lengua, pero si al autor se le hizo pertinente mencionarlas, acá también las mencionaremos. Profundiza más acerca de los iberos, quienes aparecieron entre el neolítico y la Edad de Bronce, los griegos designaron con el nombre de tartesio o tartesiano, vivía en el sur de la península, región comprendida entre las actuales Huelva, Sevilla y Cádiz. El nombre de iberos se formó a partir del nombre del río Ebro, llamado Iber. Posteriormente en el capítulo, aparecen los vascos, quienes son descendientes de los iberos, incluso hay quienes piensan que el vasco es de origen africano. La lengua vasca se relaciona con una lengua preindoeuropea del Cáucaso. Es decir, el vasco se considera uno de los pueblos indígenas más antiguos de la península y su lengua el más importante sustrato aborigen de la formación del español.
Cuando llegué a los siguientes dos capítulos, de pronto era otoño de 2015, pronto cumpliría 18 años, iniciaba mi penúltimo semestre de preparatoria, y tomaba un curso de etimologías grecolatinas. Aun recuerdo cuando llegaba la hora de esa clase, a decir verdad, las grafías griegas se me facilitaban, pero el latín era mi "coco" por así decirlo, y es que sonaba muy padre y todo pero nunca le agarré. Entre este capítulo y el tercero, tenía una serie de flashbacks a mi libro de ejercicios, muy bueno por cierto, ahora que estoy en esta carrera lo valoro como nunca, pero en ese entonces era un gran pesar. Yo, en el área de ciencias químico biológicas, intentando descifrar (por falta de un mejor término) cómo había evolucionado la palabra factum hasta llegar a hecho, y bien, ahora me doy cuenta que esto fue gracias a la ✨yod✨(entre brillitos porque es un "big deal" como se diría en inglés. Por cierto, ¿aquí se admite una módica cantidad de code switching?).
El latín tiene una trayectoria riquísima como lengua culta por sus grandes escritores, poetas y oradores, entre ellos, el autor destaca a Virgilio y su Eneida, Horacio, Catulo, Cicerón (mi tío materno le debe su nombre a este gran orador), y Ovidio.
Esta lengua no fue la de un pueblo pequeño y aislado, muy al contrario, fue la lengua de un pueblo muy grande en el sentido político y militar. Una de las cosas que más tengo grabadas es que el libro solamente hace la distinción entre el latín culto y el latín vulgar, casi pasando por alto el latín bárbaro que se hablaba en la Edad Media, y tal vez es porque era casi como el vulgar, pero digamos que ligeramente más refinado. Más adelante, los humanistas en el renacimiento, sí se preocuparon por rescatar el latín culto, como Erasmo de Rotterdam, quien escribió El elogio de la locura. Además, ellos sí veían con desdén a quien hablara latín bárbaro, ya que se preocuparon por volver a las formas de expresión de los grandes autores latinos.
Por otro lado, también se menciona al griego, que es una lengua que se prestaba a la reflexión, a expresar ideas complejas y refinadas, por eso no es de extrañar que las personas más cultas que hablaban latín, hayan optado por escribir sus obras en griego, aunque fueran de calidad cuestionable, si no recuerdo mal el fragmento del libro.
Como nota cultural, les puedo decir que el alfabeto griego viene a retomar a los fenicios, quienes inventaron el alfabeto para fines comerciales, esto lo menciono en interés de relacionar todos los conceptos y no está realmente 100% relacionado a algún capítulo en particular.
Hacia el final del tercer capítulo, me di cuenta de una palabra, nombre o tal vez concepto que se me hacía de sobremanera familiar: La Vulgata, aquí empleada para ejemplificar la sintaxis de la lengua latina, pero a mí me llevó de regreso a mis clases de traducción. Compañeros de idiomas que quieran ser traductores: el santo al que se tienen que encomendar para acabar pronto su traducción, y responsable de la Biblia latina reconocida como auténtica, es San Jerónimo.
Al terminar de leer estos capítulos, después de ver mapas, infografías sobre lenguas romances, entre otros recursos digitales, me volvió a mi cabeza una pregunta que me ha molestado desde junio a raíz de una experiencia que tuve en un aeropuerto, y desgraciadamente no tiene nada que ver con la lengua española, por lo cual tal vez sea material para otra entrada, pero, ¿qué hace el rumano, una lengua romance, tan alejada geográficamente de sus parientes?
Hacia el final del tercer capítulo, me di cuenta de una palabra, nombre o tal vez concepto que se me hacía de sobremanera familiar: La Vulgata, aquí empleada para ejemplificar la sintaxis de la lengua latina, pero a mí me llevó de regreso a mis clases de traducción. Compañeros de idiomas que quieran ser traductores: el santo al que se tienen que encomendar para acabar pronto su traducción, y responsable de la Biblia latina reconocida como auténtica, es San Jerónimo.
Al terminar de leer estos capítulos, después de ver mapas, infografías sobre lenguas romances, entre otros recursos digitales, me volvió a mi cabeza una pregunta que me ha molestado desde junio a raíz de una experiencia que tuve en un aeropuerto, y desgraciadamente no tiene nada que ver con la lengua española, por lo cual tal vez sea material para otra entrada, pero, ¿qué hace el rumano, una lengua romance, tan alejada geográficamente de sus parientes?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario